domingo, 15 de diciembre de 2013

Reseña


 José María Álvarez, Estudios sobre la psicosis (edición reescrita y aumentada), Barcelona, Xoroi edicions, 2013, 441 págs.

José María Álvarez es uno de los más reconocidos especialistas en el ámbito de la psicopatología clásica y la historia de la psiquiatría. Es un autor internacionalmente valorado y respetado tanto por simpatizantes como por detractores, tanto por estudiantes como por investigadores y profesionales de la salud mental. Y no sólo eso, para cualquiera que quiera sumergirse en el conocimiento de la locura es una referencia más que obligatoria. Por este motivo, celebramos esta tercera edición —hecho insólito en nuestro medio— de sus ya clásicos Estudios sobre la psicosis.
Este libro, que originalmente surgió con el pretexto de recopilar una parte destacada de sus múltiples artículos dispersos en otras tantas revistas, cuenta para esta nueva edición con una rigurosa y concienzuda reescritura de los capítulos que los dota de un nuevo aire fresco, una mayor concreción y una sólida visión de conjunto. Así es, la reescritura le ha dado firmeza al texto. Asimismo, el libro se enriquece con tres nuevos trabajos que se añaden a la lista de textos imprescindibles y que dan cuenta de los intereses y preocupaciones actuales del autor.
Entre las nuevas incorporaciones, en primer lugar y abriendo el volumen, tenemos una auténtica declaración de intenciones y un esclarecimiento directo y conciso de la posición doctrinal, «Nuestra psicopatología». Incontestable compendio de principios de una psicopatología diferente, combativa y más del lado del loco que de la enfermedad. En segundo lugar, la reescritura de la espléndida conferencia que pronunciara en el Colegio de Médicos de Valladolid, donde da muestras ya desde el título mismo de un acentuado interés por la transmisión del conocimiento psicopatológico en palabras llanas, simples y claras, «La locura para principiantes». Finalmente, nos quitamos el sombrero para referir el estudio sobre Joyce y su hija Lucia. Es verdad que son muchos los autores, lacanianos principalmente, que han tratado la cuestión de la locura de Joyce desde que Lacan le dedicara un seminario y una conferencia en los años 70. Pero permítaseme decir que nadie ha sido capaz de exceder el corsé que las palabras de Lacan conformaban. Tampoco nadie ha sabido ir, en cuanto a cuestiones de la vida de Joyce se refiere, más allá de la famosa biografía que Richard Ellman le dedicara. La mayoría de los autores no sabe nombrar otro hecho destacado de la vida de Joyce que la conocida e insípida historia de la paliza, y si en eso se basa el diagnóstico de psicosis muy poco crédito debería tener nuestra disciplina. Nadie ha cruzado los límites salvo José María, quien sumergiéndose en la infinita bibliografía sobre Joyce, ensayos y biografías —un auténtico pozo sin fondo—, ha logrado configurar un texto de una belleza muy destacada y una originalidad inigualable. Como él comenta en la entrevista que le realizamos a continuación, es un texto que obliga a rozar la literatura. Cierto, y diré más aún, el autor hace tiempo que se convirtió en una especie de filósofo de la psicopatología y este texto da buena muestra de ello.
En fin, se trata de un libro que habla por sí mismo y lo hace además de manera elegante. El amplio dominio de los textos clásicos que derrocha; la especial habilidad para dar una visión panorámica, de conjunto y doctrinal; la rica prosa con la que se narra; el orden y consistencia al que se somete la materia; y la amplia experiencia clínica con la que se orienta la teoría hacen de este libro uno de los más destacados en el campo de la psicosis, un manual básico para orientarse en el amplio problema de la locura.
Efectivamente, José María Álvarez es un escritor prolijo, de verbo sencillo y elegante —algo en lo que no se prodigan los autores de nuestro campo—, que cuida como nadie la redacción de todo lo que escribe y lo que escribe siempre tiene la cualidad de dar una visión global, abarcadora, general y minuciosa del estado actual de la cuestión, dando cuenta de todas las referencias y autores que antes que él han tratado la materia. Es uno de los pocos que cuida las notas al pie, algo que para muchos puede ser una cuestión secundaria, pero que resulta imprescindible para los estudiosos interesados en cualquiera de los infinitos temas que él trata. Cuando uno busca bibliografía sobre cualquier tema psicopatológico, que recurra a su voluminoso La invención de las enfermedades mentales o a estos reescritos Estudios sobre la psicosis. Entonces comprobará lo mucho que le queda aún por leer para hacerse una idea bien fundamentada.
Es un estudioso que echa mano de la historia, no para realizar una mera recolección de autores clásicos como acostumbran algunos popes de la psiquiatría, sino para hacer que la historia responda a las preguntas que él formula y que atañen siempre a cuestiones eminentemente clínicas. No son simples elucubraciones de materias obsoletas o debates zanjados tiempo ha, sino buscar las respuestas en los grandes autores de la psicopatología para responder a problemas de la práctica actual. No hay nada más práctico, nada más útil, que el saber que se desprende de ellos y este libro tan bien recoge. Hay muchos que desempeñan una práctica diaria atendiendo a pacientes sin saber absolutamente nada sobre la psicosis. ¡Que cojan este libro y empiecen a formarse!
El compromiso de José María Álvarez con los clásicos de la psicosis ha sido siempre una labor muy destacada. Los ha comentado y traducido en muchas de ocasiones, y hoy sigue reeditándolos traducidos dentro del grupo de los denominados Alienistas del Pisuerga, junto a Fernando Colina y Ramón Esteban.
Quisiera también destacar su vinculación con la docencia. El autor es de los pocos que se dedica a Explicar con mayúsculas, a hacer más comprensible la materia, a hacer el psicoanálisis y la psicopatología transmisible, y sobre todo, a hacer de la locura algo familiar y cercano. Por eso son muchos los jóvenes que se acercan para buscar lo que no encuentran en ninguna otra parte, ni en el cerebro ni en las abstracciones obtusas que al final se reducen a repetir frases incomprensibles como loros. El autor habla su propio lenguaje, un lenguaje coloquial, que se enriquece con múltiples referencias de nuestra cultura y no de los sermones de una única parroquia. Su obra es el pensamiento de un autor. Esto se ve si se recorre desde sus primeros textos, su famosa tesis de doctorado entre ellos, hasta sus textos actuales (ansiamos su texto sobre la melancolía). De seguir así, no pasará mucho tiempo hasta que algunos se autoproclamen alvarecianos. Que me incluyan entre ellos.
Kepa Matilla


2 comentarios:

  1. José Mª Álvarez es respetado y reconocido dentro del club lacaniano en España. Fuera de ahí: nada...
    Y no es que eso sea malo o poco valioso, pero comenzar una disertación con una mentira le resta credibilidad al resto...

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  2. Bueno, creo que es un comentario bastante atrevido. No sé muy bien en qué te basas para vomitar un comentario así. Si estuvieras en contacto con círculos internacionales de estudio de la historia de la psicopatología, te darías cuenta de la importancia y respeto que merece el autor. ¡Vaya mentecato!

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