viernes, 27 de enero de 2012

El odio

Se dice que hay tres pasiones que dominan el mundo. Estas son el amor, el odio y la ignorancia. La verdad es que no saber es lógico que sea una pasión porque cuanto más sabes más se complica todo y muchas veces es dichoso el que tiene solo dos cosas en su vida (eso si, no se las puedes quitar). Por otro lado, el amor y el odio son consustanciales al hombre desde su más temprana infancia. Pero ambas tiene algo que las diferencia de la ignorancia. Son hermanas. Un pequeño hilo de seda las mantiene unidas de tal forma que nunca se separan. Nunca odiamos tanto como a los que queremos, si te deja tu novia, si te putea tu hermano los niveles de odio van a ser directamente proporcionales a todo el amor que les profesas. Pasa lo mismo con las figuras de relevancia tipo cantantes, políticos y Mourinho. Gente que no pasa desapercibida y que representa tus ideales o sus opuestos. Gente que tiene algo que es importante. Para amarlo o para odiarlo, pero algo tuyo. Un pedacito de tu historia que de repente te revuelve para amar o para odiar. Y todos tenemos a alguien en nuestra vida al que soñarlo como un Mourinho como un Che Guevara o un David Bowie.

Por eso Lacan hablaba del odioenamoramiento.Y es que realmente a menudo en la clínica, lo único que puedes sacar en claro de una historia de odio que te cuenta alguien es que, el odiado tiene algo que es importante para el odiador. Sea un gesto, la nariz, una manera de andar, una posición, una cuenta bancaria, un perro, una actitud, un peinado o un escudo familiar.

domingo, 15 de enero de 2012

Las miradas

Hace años hubo una época en la que intenté que mi padre fuese a ver a un psicoanalista porque estaba sufriendo y nos estaba haciendo sufrir a todos. No lo conseguí. Años después el murió. Su muerte tuvo en cierta forma que ver con ese problema que me hacía a mi insistirle en que pidiese ayuda. El caso es que en el transcurso de la discusión mi padre que no creía en nadie a ese nivel me dijo "si yo voy a un psicólogo o psiquiatra de esos le voy a mirar a los ojos y no me va aguantar la mirada". Yo me quedé duro. Y es que años antes en mi primera consulta con el que fue mi psicoanalista yo hice la misma jaimitada. Y mi analista aguantó el reto y entendió que tenía cierta trascendencia prestarse al reto. Al final de la consulta el que bajó la vista fui yo. Y ahi se inició una transferencia que duró mas de 12 años. A veces es tan simple como una mirada, un gesto o una palabra adecuada. Algo que conmueva lo pulsional para dar a alguien el lugar del que sabe. El resto de la experiencia del análisis es aceptar que el no sabe y de que nadie sabe.




La cuestión es que el otro dia me hicieron la misma. Y salí airoso del envite. Y son este tipo de cosas las que no se aprenden en una master ni en un libro. Son fruto de la única cosa que hace diferente al psicoanálisis y es la obligación de ser analizante antes que analista.

lunes, 9 de enero de 2012

Insight

Viendo esta entrada de insight de la maravillosa Neuriwoman. Me he dado cuenta de que es otro de esos fenómenos inconscientes de la vida cotidiana y al que nos referimos de muchas maneras. Ya nadie dice hice insight excepto los psicoanalistas freudianos ortodoxos. La gente dice cosas como "de repente me cai de la burra" o "lo pillé". Los argentinos dicen "me cayo la ficha de golpe". Los lacanianos hablan de desplazamiento significante o de un desvelamiento pero no se fian. Cuando un psicoanalista lacaniano acierta con una interpretación esto siempre es a toro pasado y solo lo vemos por los efectos. Incluso Freud no gustaba mucho de este término como cuentan aquí.

El caso es que el otro dia hice lo contrario. Hice un outsight. Deje de darme cuenta del pais en el que vivo y del estado de la psiquiatría. De repente por un rato no me di cuenta de todo el embrollo en el que vivimos. Y fue un placer. Ahora tengo que hacerlo de forma sistemática y no va a haber quien me aguante. Feliz año queridos blomigos.