domingo, 27 de febrero de 2011

El hombre ciempies

Leyendo el magnífico blog del colega jesus he recordado el horror. El horror en lacanés puede tomar la forma de lo real, es decir, de lo imposible, de lo que no es articulable ni descifrable. La ciencia, a través de los siglos, ha ido modificando el status de lo real, de ahí su poder. Antes lo real eran las mareas, la concepción, el cambio de estaciones y en general la mayoría de los acontecimientos naturales.

Nuestros antepasados se defendían también con las palabras y los mitos. La mayoría de estos mitos se resolvían mediante un sistema religioso que conminaba a una serie de actos y prebendas (ver Levi-Strauss la eficacia simbólica). . La ciencia nos ha traído la meteorología, la astronomía, la fecundación in vitro y nos ha dicho que el pensamiento religiosos se aloja en una parte muy concreta del cerebro (si delirante). En consecuencia el horror toma nuevas formas. Lo imposible de entender se nos aparece entonces bajo el enigma del goce del otro. Y la última pelúcla que he visto es la máxima expresión de esto. The human centipede es directamente el infierno hecho cine. Todos los fantasmas neuróticos que puedas tener, todas las fobias, todo lo pulsional isoportable unido en la cosa más bizarra que he visto nunca. Simplemente horrible. Lo peor es que quieres ver el final. No lo apagas. Aguantas soñando una resolución soportable. Y es que vivimos en plácido sueño apalabrado con lo real, del que nos despertamos fugazmente con alguna película, alguna lectura o con la liga de fútbol.

Dejo algunas imágenes para que se hagan una idea del tema.
Por cierto el director tengo entendido que fue el inventor de Gran Hermano. Vamos que es un maestro del horror







PD. Por cierto. En Japón la película ha sido muy aplaudida y entendida como una comedia ligera. Ahora entiendo por que Lacan decía que los japos son inanalizables.

viernes, 25 de febrero de 2011

El mundo en un segundo

El chiste suele explicar más que miles de sesudos ensayos sobre el estatuto del síntoma y sus derivaciones.


http://www.elmundotoday.com/2010/02/soy-adicto-a-los-centros-de-desintoxicacion/

martes, 22 de febrero de 2011

Nikosia y el litoral

Lacan en el Seminario V Formaciones del Inconsciente pone el acento sobre un lugar extimo al sistema de la lengua, diferenciando que al mismo tiempo que se encuentra fuera del sistema, está en su interior .
Tiempo después tras de su viaje a Japón , sobrevolando con el avión el litoral reflexiona sobre los dos aspectos de la función de la letra, en tanto vacía y al mismo tiempo produce objeto”a”.

Nikosia vino a visitar a la escuela lacaniana. Y nos hablaron de las fronteras, del litoral. De un lugar que produce un deseo desde el vacío. Nikosia como ciudad entre dos mundos entre los cuales ellos entran y salen. Nikosia como cura, como estabilización. Entendimos la puesta en práctica de algo sobre lo que nosotros siempre teorizamos pero sobre lo que no siempre sucedemos.

También empatizamos de otra manera. El psicoanálisis como Nikosia. Litoral y bandera. Entre dos mundos y reivindicativo. También Nikosis permitió a la escuela asomarse al litoral de la realidad. Gente que se cura sin nosotros y sin nuestro otro del amo del que nos quejamos. Para rematar, listos como son los nikosianos, nos hablaban de vez en cuando en nuestra jerga. Acostumabrados como estan a cruzar fronteras continuamente se apsearon por el discurso del amo, el goce y la forclusión como quién habla de los toros. Al final salieron a hombros.
Un placer que esperemos haga serie

lunes, 14 de febrero de 2011

La falta y la inspiración

“Los libros que escribo representan para mí una experiencia que espero sea lo más rica posible. Al atravesar una experiencia, se produce un cambio. Si tuviera que escribir un libro para comunicar lo que ya sé, nunca tendría el valor de comenzarlo. Escribo precisamente porque no se qué pensar todavía sobre un tema a atrae mi atención. Al plantearlo así, el libro cambia mi punto de vista. En este sentido, me considero un experimentador más que un teórico, no desarrollo sistemas educativos que deben ser aplicados uniformemente en diversos campos de investigación. Cuando escribo, lo hago por sobre todas las cosas, para cambiarme a mí mismo y no pensar lo mismo que antes”.

Foucault


Es francamente notoria, en ocasiones, la sensación de vacío que te inunda cuando, plantado delante del ordenador, procedes a escribir ese magnífico texto que te prometías sobre la creación y el psicoanálisis.

Es casi una paradoja autoreferente buscar la inspiración para hablar de la inspiración.

Te paras. Piensas. Asocias libremente y como un gilipollas inspiras. Luego expiras. Pero claro eso no es inspiración, eso es casi una ecolalia personal, o el nivel de tontería basal.

Lees sobre la creación.

Freud se pasea por el tema en varios escritos. Desde Los tres ensayos para una teoría sexual (1905) hasta Nuevas Conferencias de Psicoanálisis (1932) pasando, desde luego, por Un recuerdo infantil de Leonardo D´Vinci, Los cuentos de Hoffman, los Personajes de Teatro, La pulsión y sus destinos (1915) o Introducción al Narcisismo, Freud se ocupó del objeto artístico en clave de Sublimación alejada del Ideal y el Síntoma. J. Monchón refiere: “La sublimación es, entonces, un destino de la pulsión diferente y específico. La sublimación representa la salida que permite satisfacer las exigencias del Yo sin estimular la represión debido a un cambio, una variación en la dirección de la pulsión hacia otro fin alejado de la satisfacción pulsional prevista”.

Los lacanianos no quedan satisfechos con esta vieja argumentación freudiana. Según Freud los artistas deberían ser felices. Al sublimar, toda la pulsión quedaría concernida y atrapada en el objeto. Pero no. Y vaya si no. Famosos son los artistas sufrientes, suicidas y supeditados al goce más mortífero y extremo. Parece que el artista a través de lo imaginario es capaz de plantar en lo simbólico algo de lo real. Pasearse levemente por el imposible y luego volver. Rozar las postrimerías de su fantasma, extraer algo del objeto e introducirlo en lo simbólico como otra forma de expresión de su síntoma. Eso se hace en el análisis pero con mimo y cuidado. Además el análisis convoca poco a poco un saber. En cambio, el artista normalmente no sabe nada de lo que ha hecho, pero habitualmente sabe cuando le funciona y cuando no. Sabe cuando está tocado por la inspiración famosa.

Como dice Foucault, escribiendo empiezo a tener una opinión sobre lo que quiero decir.

Fruto de la inspiración me arrimo a la idea de que la inspiración es una formación del inconsciente.

Dice Miller que el arte, el objeto artístico no dice, muestra. No es entonces del orden de las formaciones del inconsciente. Pero la inspiración sí. La inspiración es ese momento mental, donde, dentro del discurrir de la cadena de significantes se produce algo de la metáfora. Algo que sustituye. Los teóricos de la creación hablan de múltiples variantes: la intromisión, la superposición, la adicción, la resta, la extrapolación, simbiosis, fragmentación etc. Diversas maneras de intercalar cadenas significantes y campos semánticos que dan como resultado algo nuevo. En definitiva algo no muy diferente a los sueños, lapsus etc. Es frecuentemente una pequeña frase. Un dicho, una imagen, una condensación de significantes inesperados pero que revuelven al artista. Porque para que esto funcione el artista tiene que vivenciar otra cuestión. Y es el hecho de que este proceso le toque de alguna manera. No es sólo el juego de significantes buscando efectos estéticos. Si no que en ese intercambio algo del fantasma del sujeto sea momentáneamente atravesado de una forma velada. Como dice Sabina: “una buena canción es una mezcla entre una buena letra, una buena música, una buena interpretación, un buen arreglo y algo más que nadie sabe lo que es, pero es lo único que importa”.

Hay otra cuestión referente al hecho de la inspiración. Y es la cosa de cómo se llega a la inspiración. O mejor dicho cómo te llega. En pro de esta llegada autónoma y/o aparición tenemos el adagio picassiano, recuperado por Lacan del: “yo no busco, encuentro”. Una buena definición de cómo lo inconsciente de la inspiración se revela sin hacer de ello una búsqueda razonada. Parece entonces que no hay mucho que hacer para convocar a lo inconsciente de la inspiración. Picasso añadía que la inspiración llega cuando llega pero mejor que te pille trabajando. Sin embargo hay una especie de tradición pseudo-chamánica por la cual muchos artistas se someten a ciertos rituales y estados alterados para poder llegar a estos momentos de inspiración. Por un lado tenemos a los artistas consumidores de sustancias, que crean siempre acercándose al onirismo. Digamos que hermanan la inspiración a su más cercana formación del inconsciente que es el sueño. El sueño, que es el lugar donde se intercambian significantes gratuitamente sin la pesada carga del yo. Desde otra perspectiva están también los creadores que optan por el ascetismo y la retirada espiritual como vía regia para el advenimiento de la inspiración. No deja de ser curioso que en ambos casos los artistas hagan lo que haga falta. Lo que haga falta en el sentido más literal. Vacían, en las dos opciones, todo lo referente al yo (a veces muy infatuado) para desnudar al sujeto enfrentado al objeto en su forma más pura posible.

En fin. Parece que la inspiración tiene, en mi opinión, algo que ver con las formaciones del inconsciente, en el sentido de que es lo imposible de atrapar y que suele ser un decir. Eso evidentemente no nos explica todo el proceso creativo ni nos alumbra toda la cuestión de la interpretación y crítica de arte. Volveremos entonces a Freud, siempre buen resguardo conceptual, que nos recuerda los caminos del yo y la inspiración: “Si la inspiración no viene a mí salgo a su encuentro, a la mitad del camino”. S.Freud.


Bibliografía:

“Finalmente lo que queda es silencio”. Jose Luis Chacón La Fuente (Conferencia).

Los tres ensayos para una teoría sexual (1905). S Freud. Biblioteca Nueva Ed. 2002.

Nuevas Conferencias de Psicoanálisis (1932). S Freud. Biblioteca Nueva Ed. 2002.

domingo, 6 de febrero de 2011

Toén

En galicia parece que dar mejor asistencia a los pacientes psiquiátricos se convierte en una cuestión de estado.

Mas información aquí

y aquí

viernes, 4 de febrero de 2011

El trabajo os hará libres

Consecuencias del merkelntinismo.


Günter Wallraff: “En Alemania aumentó el 350% las personas que ingresaron en psiquiátricos por sobrecarga de trabajo”

Extraído de este interesante blog


miércoles, 2 de febrero de 2011

un poquito de lo de siempre

No tiene mucha idea de psiquiatría ni de la demanda pero lo peor de esta historia es que formarmos parte de ella pero en fin, no está mal el recordatorio.